lunes, 30 de septiembre de 2024

El hombre es un celestino


Tristes fueron los saludos luego de algunos años para el recordado consiervo. Los mismos rostros y los mismos caminos fueron los que él vio aquella vez. Era la misma costumbre y el mismo desenfado, otras cosas siguieron siendo tontas como antaño. ¿Por qué no habrían de cambiar? Ellos eran los llamados amigos de antes, fueron compañeros, empezaron siendo rocanroleros sin un centavo en el bolsillo porque era más el entusiasmo en ese momento que un quejido... ¿Pero ahora?

"El hombre es un celestino, aún para un amigo...”

Pero el poder corrompe la vida siempre. El alma no se da cuenta del engaño y así se confunden los valores que han sido entregados. Lo mismo es una mano mentirosa que una amistad antigua y dadivosa. No se sabe el nombre, ni cómo diantres ha venido, es más cómodo dar una dádiva al que no conoces que asumir los problemas de un viejo amigo.

"El hombre pobre es un celestino y en la vida es para todos, un desconocido"

El reconocimiento, el nombre y la fama, a todos endulzan y a todos enloquece. Y en la vida, el tropiezo atrapa a cualquiera y la humildad que se les vio nacer, a esa ya no se le toma en cuenta, ya no existe. Sin embargo, la equivocación alcanza al más digno y aquello se confunde con la conducta del que no lo merece. Pero... ¿Por qué? Porque eso te lo demuestra tu dizque, mejor amigo...

"El hombre invitado es un celestino, pero es igual que yo, dijo un entendido…"

Y ahora los ojos de los demás, ni lo miran al consiervo. Ni la sonrisa se le reconoce ahora. Aún esperan todavía que sea el mismo pero él ya no puede, ha experimentado el pan de dolores como que ha caminado por el áspero camino de los sinsabores. Sin embargo, el ministro religioso le extendió la mano saludándolo y el celestino respondió igual, pero el religioso lo reconoció y se le mudó el semblante, hizo una mueca de desagrado que parecía un santón enojado que se le había perdido el turbante. ¡¡Qué gran hipócrita!!

"El hombre pobre es un celestino y aún es odioso a su amigo…"

Roque Puell López - Lavalle

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