Tal vez en estos días, busques emocionado una luz brillante en algún amigo pero solo descubrirás, densas nubes en su alma en lugar de los colores brillantes de un arco iris en su espíritu. No serías sincero entonces con él al mostrarte diferente, porque tú lo no eres tampoco pero te jactas en ponerte como un atormentado cuando sabes que la fortuna tiempo atrás, terminó de abandonarte. Es posible que quizás hayas guardado en un momento definido, una esperanza, incierta en algún empeño y luego decidiste por algún motivo abrazar el fantasioso azar de las Casas del Juego.
Aprendiste que la buena suerte no existe porque el hombre siempre cosecha lo que siembra, sea esto bueno o malo. Además, no olvides que la semilla solamente germina en un terreno firme y bien abonado, pero nunca en la sonrisa hipócrita de un chúcaro caballo. Si quisieras cambiar el mundo así pasaran los años, mejor desiste porque no hay fuerza humana, ni delirio de grandeza en la conciencia de algún parroquiano que hoy quiera ser diferente. ¿Por qué? Porque el deseo de su corazón es malo desde que nació y quizá tenga buenas intenciones, pero esos anhelos, no se cumplen ni con libaciones.
Puede ser que busques la verdad entre los que dicen que el Eterno es quién vale más. Muy cierto pero verás que esas palabras lisonjeras envueltas en delicados encajes; solo las dicen algunos con gran emoción, pero ellos viven así, sin fruto y sin gloria. Y en todo caso, quien permanece fiel, es solamente a Él. A fin de cuentas, todos somos humanos y caemos en el desinterés de no cambiar nada o casi nada en nuestras ambiciones. Y no porque Dios no sea bueno, sino porque el hombre en su afán de ser siempre superior, miente y será como un ruin malhechor.
Cuando sepas que irás al Dispensario, debes buscar donde será tu última morada porque pocos llegarán a tu encuentro pero muchos no llegarán para olvidarte y algunos quizá, te acompañen en tu última mirada. Quizá el tiempo se los lleve en oficios inútiles, en palabras que se dicen por costumbre más no en los sentimientos fieles y consecuentes de un verdadero amigo. No confíes en los buenos resultados de los malos ciudadanos y peor aún, no creas mucho ni en los hermanos ni en los cuñados. Sin embargo, así es la vida, a veces todo se confabula para que estas historias y cuentos, se conviertan en hechos verdaderos y sin censura.
¿Pero sabías que Dios es bueno? Si, todo el tiempo, el Eterno, siempre es bueno. En está vida tendrás aflicción, pero no te preocupes, Él ha vencido al mundo. Él estará contigo hasta el fin de las edades y enjugará toda lágrima de tus ojos. Ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. Solamente esfuérzate y sé valiente porque tú eres ahora, más que un vencedor. Si estas buenas noticias, no las sabías, hoy te enteraste...
Roque Puell López Lavalle
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