lunes, 1 de mayo de 2023

El nauta

La doncella distraída no sabía de las renuentes andanzas de su dizque caballero. En otros afanes se encontraba ella, cuando la noticia vino a inquietarla. ¿Cómo se pudo concebir? A instancias de esta evidencia, una leve herida temprana, ya se había conjugado porque ya no era la extraña que se había entrometido, tampoco era el drama de la costumbre si es que el personaje en ciernes, en otras tabernas del puerto, se habría extraviado. No, nada que ver, todo ello quedaba excluido.

Esa era la costumbre de más de uno de los marineros en los muelles de los embarques, eso fue más que un simple cuento de conquistas y colores, era una colección vistosa de historias reales de aquel entonces. El tripulante mañoso de sus intenciones, entre las correrías que realizaba en sus momentos libres, se encandiló con las enaguas de otra morena, se le nubló el pensamiento con los encajes de otras conciencias y sin esperarlo siquiera, quizá por la tentación de los distintos contoneos que abordaba, apareció una inesperada descendencia que iluminó la oscuridad de su frágil conciencia.

Aunque era un hombre taimado e hipócrita, supo llevar el secreto de su aventura con algún reparo pero todo aquello que urdió o tal vez que construyó con sus malas artes, llegó a oídos de la pobre doncella. ¡¡Tremendo desconcierto!! Más el destierro implacable que se le dio por la sentencia resuelta de la mujer, resultó para él, un "descanso merecido" así él se fuera más lejos. Pero en su navío más de uno se enteró de la noticia y ante el Consejo de algunos jefes, todo parecía quedarse archivado. ¡¡Para tirarse de los cabellos!!

Sin embargo, pudo darse cuenta que ya no saldría como antes, que rigores van y rigores vienen, tuvo que despedirse pronto de sus cabos y velámenes. Una oscura prisión lo aguardaba y un tiempo establecido para él, no estaría mal para la reflexión que él necesitaba. Algo pudo cambiar el doble ánimo del navegante pero entonces, no tuvo forma de alguna solución. Un corto tiempo después, solo salió para embarcarse en otro vapor para las acciones bélicas de su Nación. En tierra quedó la doncella y sus ilusiones. La gracia eterna de sus emociones, nació entre alegrías y sollozos pero él nunca la conoció más que entre los rumores y comentarios. Pero el mar arreciaba sin descanso, "la vida continúa" -decía- pero los cañones vomitaban el infortunio sin encontrar a los culpables. La guerra sin control aparente, contradecía silenciosamente a los hombres.

Luego pasaron algunos años y los otros contendores en tierra, quisieron vengar a la nombrada, nunca se enfrentaron con el contrario porque estaba lejos y nada se sabía de él. Otros quisieron casarse con ella, pero nunca se decidieron tampoco porque la moza mentía y se sentía terriblemente desdichada, sin embargo, esas son espinas y flores de otro rosal que yo no las puedo contar. Pero igual era la contradicción porque, quién iba a pensar que aquél nauta fuera a sucumbir en uno de los combates. Su barco encalló frente a las costas de otro continente y fueron pocas la noticias del desgraciado acontecimiento.  

Todos convinieron que él tornó finalmente su historia, en funestas consecuencias. Fueron sus malas decisiones, sus pésimas determinaciones y su vida fue un contraste de pasiones. Acaso la ley de la reciprocidad se dio, aquella que lo que das recibes sea bueno o malo. No obstante, para algunos, todo ello se convirtió en el final de la justicia ansiada, de la plañidera inconsolable y de los llamados contendores... 

Roque Puell López Lavalle

Click: https://www.youtube.com/watch?v=x-D33GlUfyw&list=RDGMEMJQXQAmqrnmK1SEjY_rKBGA&start_radio=1&rv=2cZ_EFAmj08

1 comentario:

  1. Me gusto como fue narrado el argumento más el final me gustaría incluir la palabra justicia anciada

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