Presiento yo que en este día, las lluvias habrían llegado a ti porque la eterna primavera, hacía ratos que la vi partir. Más tú presurosa, solo aparecías por momentos pero enterado que lo tuyo se tornaba en cenizas, pude ver tu carita triste, como si fueran los fríos del mes de Abril.
Atento en ese momento, observo en tus ojos, que están muy cansados y preocupados, tu querer dormitar. Y dándome cuenta también que tu voz era muy triste en esa pena, yo sabía que en esos momentos, aquella bausa nunca iba a cambiar. ¿Por qué pues, no te sosiegas y me cuentas tu pesar?
Ahora quiero que sepas que no pretendo ser el mismísimo contendor de la fe ni tampoco estar orgulloso de ser el santo de los imposibles. Pero aunque no lo quieras, yo seré siempre el héroe de tus viejas películas a quien nadie ni nada, le quitará su papel.
Por eso entiéndeme mujer, que mi cariño está demostrado y que ya no importa entonces, ni la distancia ni mi papel reservado. Cuenta siempre conmigo, sea con mis palabras o con mis consejos porque mi amor es tuyo y hoy quiero que brillen tus ojos como la luz de un candil. De esta manera, hoy anhelo como antes, verte sonreír...
Roque Puell López Lavalle
Link: https://www.youtube.com/watch?v=rLhawhZtAhI
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