Enamorada del amor, me doy cuenta que eres una mujer intensa;
pero tan frágil y pequeña, como
una mariposita de almendra.
Y sabes reír cuando no quieres y callar cuando no debes,
te conviertes en una
guerrera blandiendo tu espada.
¿Así no quieres ser mi mujer amada?
II
Pero yo busco en tus labios vívidos y de delicados colores,
aquellos que conocen la miel o la tristeza demostrada.
También quiero el color de tus ojos claros y profundos
pero que denoten dulzura manifiesta en tu mirada
y así me daré cuenta que estás enamorada...
III
Deseas encontrar respuestas
en el mar abierto de tu nostalgia
tal vez en el vasto horizonte,
la sombra de tus fantasmas.
Más ignoras que la
tormenta ingrata, avisa desde antes
atropella y
rompe los esquemas de la esperanza
para que no puedas encontrar una flor sin falta
¿Cómo podría entonces rescatarte?
IV
Yo en cambio, gusto
del atardecer rojizo y de batallas con sentido
de las selvas
injustas y la luna en la neblina del mar bravío.
Es verdad que por aquél frío, me atraiga la brisa de los inviernos
porque me hace admirar
así, tu voz tan melodiosa
y ver entonces finalmente, tu figura jactanciosa.
V
Por eso, mejor sería irme
pronto a las frías montañas de la Ermita
pienso que ya no
tengo que vivir entre estos extraños capitanes
cansado estoy de sus
aventuras infructuosas de conciencias
que no me
proporcionan el fuego intenso a mi ego solitario.
En cambio, sí recibo de ti, tu amor anhelado…
...
Roque Félix Puell López Lavalle
Click: https://www.youtube.com/watch?v=m54SmVsQqgc
No hay comentarios:
Publicar un comentario