lunes, 7 de julio de 2025

Entre tanto

 

        A otra tumba llevas las flores recién cortadas, hija de las circunstancias, a otros duendecillos compartirás el aroma de tus deseos no cumplidos. Ellos hacen ruido como el eco de tu indiferencia en las palabras que no pronunciaste o en los recuerdos idos que alguna vez tuvimos. Frías son las mañanas porque no sabes dar un beso porque es mejor callar lo que piensas porque no decir nada es tu vergüenza. Fría también es mi soledad que me alimenta y me sustenta para tener un motivo más para recordar viejas desavenencias.

         El hombre admirable de antes, ya no existe porque hoy es solo un muñeco de trapo, un payaso colorido que llora de tus incontables caprichos. Algo pasó de repente en nuestras vidas pero yo siempre fui optimista y tú eras la mujer fatal. Grandes pensamientos fueron los que anhelábamos pero te marchaste con tus ojos altivos, huiste lejos de un amor naciente, no construiste un bonito romance que pudo ser tan fuerte con tan solo un chasquido. ¡Te olvidaste tan pronto y sin vacilar, que quizá pudimos ser el futuro diferente!

          Decían algunos que fuimos los mejores amigos y los mejores actores porque nadie se daba cuenta que nuestra lucha era tan especial y tan cruenta. Pero las vicisitudes de siempre borraron el cariño que me tuviste. Igual se acabaron los temblores del encuentro y +el corazón fiel que me regalaste porque hoy ya no se preocupa de lo que siento. Ahora escucho tus ironías que no me hacen mella y que no contentan a nadie. ¿Hasta cuándo pues, he de tener esta sinfonía? ¿Hasta qué momento he de tener que soportarla?

        Será hasta que te canses de mi osadía por quererte con esa falta de perdón en el susurro de tu ego o en tus palabras que algún día pensaste y que ahora no las puedo escuchar. Pero me preocupa a veces el no saber a ciencia cierta con qué rama de árbol puedo cobijarme o con que otra debo defenderme porque te encargaste tú de no creerme que todavía te amo. Será una nueva ley que se promulga. ¿Un nuevo mandamiento? O tal vez sea la aspereza de la sentencia a un buen amor, que hoy no se explica...

        Se ama con lo que no tienes y se quiere con lo que sientes, pero hoy ya no heredarás la fortuna de mi sentimiento porque acumulas un trabajo impuesto y es un cumplido si saludas a tu amor fallido que no busca ayuda pero a mí sí me exiges cuando me ves de lejos y murmuras de mi existencia cuando ya me estás perdiendo. ¡Quién te entiende! Otra vez vendría la rutina del hoy no me acuerdo, o que lo confirme el Eterno o quién sabe, aparecerían las miradas indiscretas que se extravían en los laberintos del caminar de la gente indecente. ¡Qué vanidad la nuestra!

        Y mi lugar quedará vacío y esperarás expresarte cuando sea la oportunidad necesaria.  Seguramente yo olvidaré mi pesar en mí peregrinar de un día cualquiera. Quizás me engañaré contándome el cuento del amor frustrado, de repente buscaré en otras mujeres, el sueño de la mirada tierna. Anhelaré otros cuerpos para no querer ver el tuyo, le preguntaré a Valeria si me cree que la amo con tan solo verla. Me aturdiré al fin y al cabo si es que así me quiera encontrar la felicidad. Entre tanto, mi alma se quedará sola y sin extrañarte aunque ella huyó de mí sin despedirse…

Roque Puell López - Lavalle


domingo, 6 de julio de 2025

Mi último poemario

 


Habías vuelto después de un largo tiempo de las Europas y fue tan corto el momento de vernos. Ni siquiera fuimos al mar, sólo lo miramos de lejos, desde el malecón, viendo a las gaviotas volar. Qué belleza vieron mis ojos, cómo habías cambiado, siempre con tu carita de niña curiosa al encontrarte conmigo y tus ojos grandes, capulíes, de tanto soñar. En nada se convirtieron las horas que hablamos, la conversación ya no era como la de antes, las que se cristalizaba cuando ambos nos buscábamos pero qué carácter.. Esas historias nuestros recuerdos, que se convertían en paradójicas cuando era difícil de crecer. 

Sin embargo, ya no éramos los adolescentes y ya no estábamos solos pero conservamos la alegría, el cariño, la paz de ser unidos y el de querernos mucho como hacían los tiempos. Es una verdad manifiesta, es una sinceridad espontánea, un quererte como eras y tú de quererme como quisieras. Pero ese día tú te tuviste que marchar luego del paseo de aguas, después de saber abrazarte y tomarte de la mano como antaño, en aquella cálida noche veraniega de ese año.

Y volaste en medio del cielo oscuro de la tardía estación. No sé en cuántas lunas vendrás, ojalá que no sea en nueve años, ni en nueve meses. ¿Por cuánto tiempo me dirás? Cuéntame hasta entonces, de aquél día en que no te vi partir. Ni una despedida, ni un quejido de pena para mí. Es el destino que nos separa, es el inmenso océano que ya no significa nada, solo es un pálido reflejo, convertido en un recuerdo para ti.

Pero qué lata la mía, no estuve ese día en el Aeropuerto para tu despedida. Ahora mis pensamientos se fueron contigo y mis preguntas también. No te olvides de la invitación para tu boda, espero ir, en mi lejano sueño, en mi viaje imaginario para no quedarme en aquél adiós que no se consumó. ¿Te podré escribir? Pero te llevaste mi recuerdo y ni siquiera mi último beso extraño, pero tampoco mujer, mi último poemario…

Roque Puell López- Lavalle

Almanzor

 


Las callecitas eran todas empedradas y las casas estaban sumidas en el silencio de sus pocos habitantes La indiferencia era una característica del lugar que se pintaba lleno de verdor por la abundante flora pero se componía además, de una incipiente fauna. Sin embargo, se escuchaba solamente el soplar del viento que parecía perdido entre las montañas y entre las quebradas asonantes que las rodeaban. Pero así las cosas, entre la soledad reinante y las puestas de sol, vivía Almanzor.

Este personaje, encontró en la lectura y en el arte de las pinturas, las cruentas batallas de su conciencia, las preguntas de su yo ensimismado por los colores vivos y en algunas ocasiones por las letras muertas de un viejo libro de vidas medievales que siempre leía. Pensó que podría construir una vida distinta si quisiera pero en el ocaso, la acabarla dándole solemnemente un respiro y así, poderla terminar. Entonces, surgiría la rebeldía dentro de su interior pues creía que era el dueño de la vida porque en ella podría darle a sus personajes, un futuro prometedor sin menoscabo de un compromiso. Así pues, el pueblo podría haber sido muy solitario pero él lo miraba con desdén porque la quietud de un cementerio era su mejor inspiración y sin embargo, poco o nada le importaba.      

Fue en esas circunstancias que en su prolífica imaginación, una espada resplandeciente bajó del cielo en una forma amenazante y él no teniendo alguna defensa, cayó de bruces. ¿Era una alucinación? ¿Estaría soñando despierto? ¿Se habría vuelto loco? Eso pensó y levantándose, arremetió con ira y desconfianza pero gritando desaforado: “¿Acaso tienen ustedes una misión para mí para que tengan que mandarme solamente una espada para liderar? Hubo entonces un silencio, una quietud insoportable y no hubo por supuesto una respuesta…

Él no se inmutó, parecía que conocía el origen y el motivo de tremenda experiencia. Sin temor entonces, tomó la espada que estaba incrustada en la tierra y quiso alzarla hasta el cielo creyendo así tener una revelación inmediata ante su osadía, pero descubrió que una fuerza invisible llenaba su ser y oyó una voz profunda que le decía que debía de conquistar no el mundo de su alrededor, sino los propios abismos de su ser. Descubrió entonces que era su desesperante soledad que se encontraba centrada en el ego de su propia existencia. Vio después que no eran los tesoros extraños que debía arrancar de otras tierras, no, ahora tenía que enarbolar sus propias banderas y pelear las batallas de su propios pensamientos que ahora lo angustiaban. Al saber esto, no pudo sostener más la espada entre sus manos y cayendo otra vez bruscamente hacia atrás, quedó  invadido de en un profundo sueño. Las horas parecían interminables, nada parecía cambiar pero anocheció rápidamente y sintiéndose el frío acostumbrado de aquellos lugares, la luna llena no tardó en reinar…

Al día siguiente, unos pastores lo encontraron casualmente y asustados fueron hacia él y lo vieron maltrecho. Lo reanimaron echándole agua fresca en su rostro y el escritor pudo sentir recién una tranquilidad que invadía su alma. Luego sonrió dirigiendo su mirada al cielo y los pastores se sorprendieron no creyendo lo que le acontecía. Almanzor había sufrido una terrible depresión y no estaba ecuánime.  En ese instante, fijó sus ojos al pueblo perdiendo su mirada en el inmenso bosque.  Sin decir una sola palabra, cerró sus ojos para siempre sintiéndose feliz. Se fue conquistando a quien un día, lo abandonó…

Roque Puell López - Lavalle

Vuelan las palabras


            Las palabras dichas con desamor y con medias verdades, son las que causan decepción y tristeza por quien las dice y las sostiene. Por eso cuando aquella deslealtad se guarda en el tiempo saliendo luego a la luz, brota la desconfianza. ¿Quién es el más necio como el que quiere ser más justo? Porque es igual si defendiera a la verdad con tenacidad porque tarde o temprano merecería la luz diáfana de un nuevo día, pero no necesariamente por sus palabras vanas y escondidas. ¿Quién es el más injusto como el que habla de sufrimiento cuando afirma que él no puede amar? Que la carencia de aquella virtud no se mella por la deshonra sino por un egoísmo disfrazado de piedad. Así el ego en su contentamiento, se gobierna él y de ese alimento engañoso, muchos viven felices.

            ¿Quién hablaría hoy de las vanas palabras recibidas con rencor? ¿Quién se quejaría del fruto del desamor? Nadie, porque cuando los agravios ahora no parecen terminar, hoy vienen los dizque moralistas de quienes no les importan el respeto y los valores, creyendo así tener el derecho y libertad de criticar a los demás. Si las acusaciones en el juicio, se le imputaran al verdadero culpable, bien hubiese motivos suficientes para condenarlo. ¿Por qué habría de ser perdonado? Pero si se trataran de esas culpas absurdas, más las mentiras sin ninguna base de razonamiento, la justicia se tornaría ciega y desequilibrada.

        Pero así las cosas, los pensamientos rectos y los corazones justos, parecieran ser inútiles. No existe cura para los demás sermones, ni existen libros para tales acciones. Lo que vale es la conciencia desligada de las tendenciosas mentiras y la actitud necia de los contendores. Lo que cuenta es la esencia misma del amor al ser humano sin pretextos ni excepciones. Pero si se pierde o se niega la realidad, ¿Quién la podría encontrar? Más la fe no se quebranta y solo espera para bien o para mal. Lo que se siembra al fin, en las almas, una cosecha tendrá que brotar, un tallo habrá de nacer y alguna flor tendrá que prevalecer, sea en la vida de bondad o sea en sendero de la maldad. Tal vez ocurra en el más absoluto silencio o quizá lo veamos en en el bullicio, pero siempre habrá consecuencias, aquí mismo y en la eternidad...

Roque Puell López - Lavalle

Entre tanto

            A otra tumba llevas las flores recién cortadas, hija de las circunstancias, a otros duendecillos compartirás el aroma de tus des...