martes, 22 de abril de 2025

Gracias por morir por mí

    De oídas te había oído cuando era más joven en aquellas locuras y travesuras de estudiante. Pasa el tiempo, pasa el mundo, pasa la juventud incontrastable, no sabía que el Señor me había mirado y me había sacado del desastre. Supe que habías muerto por mí, ¡Cuántas veces me lo recordaron! ¡Cuánto más lo celebramos en la congregación! ¡Cantos gregorianos, aplausos, no lo sé!

    Hasta que un día en los meses que pasaron, cuando mi vida pendía de un hilo, pude comprender la grandeza de tu amor por mí. Entonces, ya no fue igual, algo se había roto dentro de mi ser y pronto comprendí que todo aquello era más fuerte que mi fe.

    No decidiste morir por mí, pusiste tu vida y la volviste a tomar porque en silencio subiste al Calvario. Tu sacrificio no fue inútil, todos nos miramos, todos nos sobrecogimos y lo hiciste en ese momento por todos nosotros…

    Te clavaron en el madero, gota a gota fue cayendo tu preciosa sangre, uno por uno perdonaste todos mis pecados y falencias. Y aunque todos te abandonaron, lloró en silencio mi conciencia. Pero luego resucitaste de entre los muertos, la muerte sorbida en derrota ¡Ahora tengo segura mi partida en victoria!

    Pero no son en estas fechas que te debemos gratitud, son por todo el año que elevo mi eterna alabanza y aunque ya los tiempos pasaron, ¡Gloria por siempre a tu nombre por morir por mí en la cruz!

Roque Puell López - Lavalle


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entre tanto

            A otra tumba llevas las flores recién cortadas, hija de las circunstancias, a otros duendecillos compartirás el aroma de tus des...